¿Cuáles son las Fases de un Concurso de Acreedores?

En el momento en el que una empresa atraviesa dificultades económicas importantes, el concurso de acreedores se vuelve obligatorio para evitar la quiebra o, en caso de que esto no sea posible, asegurar que los acreedores recuperen la máxima cantidad posible del dinero adeudado. Se trata de un procedimiento judicial que se aplica siempre que una empresa no puede hacer frente a sus deudas para limitar los daños que puede causar esta situación tanto en empresas como en acreedores, pero ¿conoces sus fases?

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Fases del concurso de acreedores

Como hemos aclarado antes, los concursos de acreedores buscan proteger al empresario y los acreedores, pero no se trata de un proceso sencillo. Su procedimiento requiere de un total de 5 fases definidas según la Ley Concursal con un propósito específico:

1. Fase común

Esta fase se inicia con la solicitud de declaración del concurso de acreedores en el juzgado donde la empresa debe demostrar con documentación financiera que se encuentra en situación de insolvencia y no puede cumplir con sus obligaciones de pago. En el momento en el que la solicitud es admitida a trámite, esta se publica en el BOE y comienza el plazo para que los acreedores presenten su solicitud de cobro de deudas. Posteriormente, el juez designado asignará un administrador concursal, quien será responsable de examinar y evaluar toda la información y las circunstancias pertinentes para gestionar el proceso concursal.

Estas solicitudes deberán ser analizadas y el administrador concursal emitirá un informe con el inventario de la masa activa, una valoración económica, la lista de acreedores y los créditos que existen contra el deudor. Todos estos créditos deberán ser clasificados como con privilegio especial, general, ordinario o subordinado. Es este listado el que marcará cuándo cobrarán si antes o después cada uno de los acreedores.

En lo que respecta al deudor, sus facultades sobre el patrimonio quedan restringidas, debiendo contar con la autorización de la administración concursal para disponer de sus bienes en un concurso voluntario. Si se trata de un concurso necesario, será la administración concursal quien asuma directamente la gestión de su patrimonio.

Por su parte, los acreedores ven limitada su capacidad de reclamación en esta fase, ya que las ejecuciones quedan suspendidas con el fin de respetar el orden de prelación de créditos.

2. Fase de convenio

Esta fase busca llegar a un acuerdo con los acreedores, para lo que se presentarán las propuestas de convenio que busquen evitar la liquidación del patrimonio y la continuidad de la empresa. Dichas propuestas de convenio deberán contener opciones de quita o espera y un plan del pago de las deudas, aunque también puede contener ambas. Mientras que la quita implica una disminución de hasta el 50% de la deuda, la de espera proporciona un plazo de pago de máximo cinco años.

El plazo con el que cuente esta fase marcará el momento final en el que será posible presentar propuestas al respecto. En el caso de que transcurrido dicho plazo no exista ninguna propuesta o estas no sean admitidas a trámite, el juez dará comienzo a la fase de liquidación.

3. Fase de liquidación

Tras no alcanzarse ningún acuerdo entre deudor y acreedores, comenzará la fase de liquidación. Cabe destacar que esta fase se podrá iniciar en cualquier momento a petición de deudor, administrador concursal o de oficio si se convierte en imposible mantener la actividad de la empresa.

En este punto es el administrador concursal el que elaborará un plan de liquidación que busque vender todos los bienes del deudor para pagar la máxima cantidad posible de la deuda.

En esta fase, los bienes y activos se venden y se transforman en efectivo. Los recursos obtenidos se reparten entre los acreedores según el orden de prioridad establecido por la ley, dando preferencia a los créditos garantizados y a aquellos con privilegios especiales. La liquidación puede llevarse a cabo de manera administrativa, a cargo del administrador concursal, o de forma judicial, bajo la supervisión del juzgado.

4. Fase de calificación

La fase de calificación es la última dentro del concurso de acreedores donde se debe valorar la comportamiento del concursado y las causas que han llevado a la insolvencia, ya que es en la que el juez dictará sentencia tras la lectura del informe realizado por la administración concursal y el Ministerio Fiscal que calificará el concurso. En este sentido, existen dos opciones, que el concurso sea fortuito o culpable.

  • Calificación culpable: esto significará que el concursado ha participado en la generación de su insolvencia o en el agravamiento de esta. Esta declaración puede llevar a la imposición de inhabilitaciones, sanciones o el pago de indemnizaciones para el deudor.  Entre las causas que hacen que un concurso se declare culpable pueden ser el no solicitar el concurso dentro del plazo de dos meses desde que tuvo conocimiento de su situación de insolvencia, reducir o eliminar activos para dificultar el cobro por parte de los acreedores, llevar una contabilidad paralela, no depositar las cuentas anuales en el registro en alguno de los tres años previos, proporcionar información o documentación falsa y no cooperar con el juez del concurso ni con la administración concursal.
  • Calificación de concurso fortuito: esta otra declaración significa que el concursado no ha participado de su endeudamiento.

5. Finalización del concurso

Una vez completada la liquidación, se deberá aprobar la rendición de cuentas del administrador concursal y se cerrará el procedimiento tras emitir una sentencia final. Una vez liquidados sus activos, el deudor quedará liberado de todas las deudas que hayan quedado sin satisfacer, a no ser que estas sean no exonerables.

¿Por qué un concurso de acreedores se divide en fases?

Como te hemos contado, es importante que un concurso de acreedores se divida en diferentes fases, pero ¿sabes el porqué de su importancia? Hay 4 motivos específicos a tener muy en cuenta:

  • Orden y control del procedimiento: las diferentes etapas en las que se divide el proceso buscan facilitar una estructura que favorezca la recopilación de datos, la toma de decisiones y que se produzca un desarrollo fluido del procedimiento.
  • Protección de los acreedores: el concurso busca, en todo momento, que los acreedores sean tratados equitativamente y puedan participar en la toma de decisiones, en la aprobación del convenio y en la liquidación de los activos, siempre evitando la desigualdad entre ellos.
  • Correcta evaluación de la situación financiera: se debe recopilar toda la información de la empresa para conocer la capacidad de pago de la misma y la viabilidad de su proyecto empresarial, sus activos, pasivos y la obtención de nuevos recursos financieros.
  • Búsqueda de soluciones alternativas: al participar muchos interesados en el proceso concursal, la búsqueda de soluciones que permitan el pago de las deudas, su reestructuración o cualquier otra opción que beneficie a la mayoría de los afectados, sobre todo para tratar que la empresa continúe en activo. De esta manera también se podrán garantizar los empleos ya creados.

Cada una de las fases anteriormente descritas busca el correcto desarrollo del proceso en su conjunto, pero conviene consultar a un abogado experto en derecho concursal para asegurarse de tomar las decisiones que mejor se adapten a las necesidades concretas de tu caso.